Hoy sábado 3 de diciembre he jugado un partido en el
equipo de mi pueblo Carrigaline. Como he dicho ya alguna vez, nuestro equipo es bastante malo y los jugadores siempre están muy desanimados en los partidos (ver
Jugar al fútbol en Irlanda). Cuando iba hacia el campo me encontré a un jugador de mi equipo y le pregunté si íbamos a perder; él, como costumbre, me dijo: sí, nos van a "palizar", están en lo alto de la liga.
Empezando en el banquillo y 0-3Entré en el vestuario y miré las caras de mis compañeros que reflejaban que íbamos a hacer el ridículo. El entrenador empezó a decir la alineación inicial en la cual yo no estaba, por no haber ido al entrenamiento anterior. Era la primera vez que empezaba un partido en el banquillo y nunca me había cambiado.
Bajé al campo con ganas de demostrar al entrenador que se había equivocado, pero estaba sentado en el banquillo. Empezó el partido y me di cuenta de que el equipo que nos iba a meter una paliza no era lo bueno que esperaba. Mi equipo empezó con la mentalidad que íbamos a perder y el primer gol del equipo contrario llegó pronto: una falta tonta y varios rechazes, entró el gol 0-1 en el minuto 13.
Empezamos a tener alguna oportunidad, pero metieron el 0-2 en un contrataque. La cosa pintaba mal y yo seguía en el banquillo con bastante rabia y con ganas de entrar a jugar. A punto de terminar la primera parta nos metieron otro gol, el 0-3, con un tiro lejano que golpeó al travesaño y se metió. No estabamos jugando mal pero la suerte no nos acompañaba al tener bastantes oportunidades y manos contra manos.
Segunda parte: el mejor gol que he marcado en toda mi vidaEmpezó la segunda parte y yo en el banquillo. Pero a los 5 minutos el entrenador hizo un triple cambio donde yo
entraba como mediocentro derecha. Empezé haciendo buenas jugadas y buenos pases para demostrar que debía haber empezado de titular.
A los pocos minutos de entrar en juego, el portero saca la pelota me cae a mi y botando le pego al balón con muchísima fuerza desde fuera del aire y el balón entra en la porteria por toda la escuadra. Sin duda el mejor gol que he metido en mi vida y el primero que metemos en toda la liga. Todos mi compañeros me felicitaban y el público lo celebraba.
Casi me rompo la cabeza y una asistencia
En esos momentos nuestro equipo se creció con mi gol y empezamos a creer en el empate o la victoria con el 1-3. Cinco minutos después mi amigo español saca con el pie bota cerca de mi y corrí para cabecear la pelota para realizar un pase para mi compañero. Salté e hice el movimiento para cabecear el balón, pero noté que no había cabeceado exactamente el balón sino que era la cabeza de un contrario. Noté un fuerte dolor en la cabeza; creía que me había hecho una brecha del dolor que sentía y lo mareado que estaba. Se paró el partido y me recuperé; pero ahora mismo tengo un gran chichón en mi frente, aunque estoy bien.
Diez minutos después el balón lo tenía en la derecha con el 1-3 en el marcador y ví un desmarque muy difícil del delantero de mi equipo; lo intenté y le pegué un pase muy fuerte que superó a la defensa por encima y dejé al delantero de mi equipo solo contra el portero, marcando el 2-3 a placer.
Mi equipo se empezaba a animar y poder ir a por el partido, aunque quedaba demasiado poco y en un contrataque en el último minuto nos metieron el 2-4.
Una derrota con sabor a victoria
Terminamos el partido felices porque había sido el primer partido de la liga que habíamos metido goles.
Yo terminé el partido feliz de haberle demostrado a mi entrenador mi juego con un gran gol y una asistencia. Un amigo que estaba viendo el partido me contó que la gente empezó a decir que no entendían porque me habían puesto de banquillo en la primera parte. Me agradó escuchar eso.
Cuando iba volviendo a casa me encontré a una panda de chavales que vieron el partido y me dijeron "tu eres el que ha metido el golazo" ¡enhorabuena! Lo cierto es que estaba alegre y me fui contento aunque hubiéramos perdido.
Dejo la foto "oficial" del equipo con mis compañeros (no salgo yo porque me incorporé más tarde)